Es un secreto a voces, pero bueno, cada vez que llega época de exámenes se corrobora... Nos distraemos muchísimo más cuando deberíamos estar concentrados.
¿Será por la pereza de hacer algo que no te gusta? Porque el tema puede ser interesante, puede gustarte la asignatura y puede gustarte aprender sobre ella... pero el hecho de tener que hincar los codos e intentar memorizar la mayor cantidad de datos posibles para superar una prueba... No suele apetecer.
O quizá sea la atracción por lo prohibido... pero en este caso no tiene por qué conllevar ilegalidad. Solamente que si lo que debes hacer es estudiar, piensas en lo que NO PUEDES HACER (palabras mágicas para que te atraiga algo): sexo, leer, dibujar, salir, quedar con amigos, sexo, ir a la playa, jugar con la perra, hacer malabares, investigar sobre el caracol bicéfalo, sexo,... da igual, no importa de qué se trate, siempre es tremendamente más irresistible cuando debes hacer otra cosa (y sí, las hormonas de todo el mundo se revolucionan con la llegada de los exámenes, está comprobado XD).
Podría ser por mil cosas diferentes, pero el hecho es el mismo... qué fácil es soñar despierto y distraerte cuando debería estar estudiando...
PD: y para muestra, un botón. Un dibujo de un "David" de Miguel Ángel, un tanto (bastante) desproporcionado... Cabeza pequeña y dibujo torcido (consecuencia de dibujar mal sentada). Pero no sé por qué, me hace gracia el resultado :)
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